miércoles, 28 de julio de 2010

Sonrie!

Siente el suelo, siente tu vida al inhalar y al exhalar, siente tu culpa, hazte caer en el abismo, marcarías la diferencia, todos lo evitan, esos actos son repudiados pues...serias real.

Acaso podrías culparte de todo aquello que recibes?
En ocasiones no es precisamente uno el detonante, pero existe siempre la complicidad, al callar, al negar o ignorar.
Dejar la existencia abierta a sorpresas puede ser un riesgo, pero...restarle impacto es siempre posible.

Hacerse cargo de reconocer los por qués existentes en cada determinación del destino, es ejercer el trabajo divino de cada ser, de cada sujeto.
Hacerse cargo, responsabilizarse de las propias condiciones, cualidades, es también un aislante que lograra el rebote de los agentes de la sociedad infectada de mierda.

Evitar creer que el mundo puede cambiar, es con razon un hecho realista por la dificultad a lograr tal objetivo. pero es en este ejercicio la real fe, que consiste en no dejar que las ideas vivan por si solas, que las creencias vivan por si solas, uno es dios, uno es quien puede reclamar el concepto de "Destino" como nombre propio.

Intentar, no requiere mas que ser uno mismo... no un numero común como quienes adoptan en sus vidas una linealidad infundada por las intenciones de quienes dominan estas masas.

Sentir el éxtasis de la vida, es sentirse a uno mismo ejerciendo la supremacía.

El tiempo corre, los relojes mutan, el clima muta, y nosotros envejecemos, solo si negamos quienes somos, si nos desplazamos y callamos nuestros deseos mas profundos y menos trabajados, esos instintos animales, dadores de vida, de vigor y destreza....callada esta cualidad por la historia represiva del humano mismo.... somos sociales, basta con el despertar de uno para reducir esas grandes concentraciones a un rebaño de lobos...
Arranca el pelaje ovejuno y tiñe la tierra de sangre, lobos vestidos de ovejas, el pastor cerca de mandíbulas se halla mientras duerme y sueña en sus propias drogas.

Reprime el sexo y crearas un tumor letal en tu espíritu

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